Lo que le sucedió a Fernando Alonso o a su McLaren sigue siendo un misterio. Los afectados no tienen ningún interés en desvelarlo. Han ofrecido sus versiones, pero escasas, diferentes e incluso poco creíbles. Los otros pilotos y escuderías, así como la propia FIA, han mostrado su interés en conocer lo que pasó, pero ni así. No digamos ya los seguidores de Alonso, que se cuentan por millones (2,2 en twitter y 1,5 en facebook). Pero McLaren no quiere desvelar nada, y mucho menos Alonso. El piloto vive en un entorno cerrado y no le gusta compartir cuanto le sucede con el aficionado de a pie. Eso le ha costado ganarse fama de arisco y desconfiado con quienes no conoce; por supuesto, entre sus millones de seguidores apenas conoce unos cientos.

Los demás son unos desconocidos, pero merecen una respuesta. Por eso Manu Franco trata de dársela. Al menos unas claves para que se hagan una opinión lo más certera posible. El silencio no le ayuda a Alonso. Encerrado en sí mismo, lo que consigue es crear más conjeturas. Y que hasta la gente de su mundo hable de él, y no todos precisamente para bien. Motivos para ello está dando. Lleva ocho años sin ganar el título, y un año y once meses sin ganar una carrera (han sido 33 desde entonces). Alonso es un buen piloto, un gran piloto, pero no está demostrando ser el mejor. Pues ahora que no le vienen bien dadas sería el momento de bajar a la Tierra y contar lo que ha pasado. Así, todos, seguidores y periodistas, dejaríamos de especular.