Ancelotti dice que no prescindirá de la BBC. Confía en Cristiano, Benzema y Bale a ciegas. El diagnóstico del italiano es que falla la coordinación “pase-desmarque” y por ahí se debe mejorar ante el Schalke. Si es así, la receta para curar a este enfermo está en manos de Isco y Lucas Silva (si juega el brasileño). Ancelotti no ve desequilibrios, sino descoordinación. Considera que la línea creativa no se entiende con la delantera. Un desajuste que provocaría mal juego y pocas ocasiones de gol. Si no hay toque fluido, no hay ataque. Si no hay balones de ataque, la BBC no se alimenta, cayendo en la actual pobre imagen de productividad. Conclusión: el epicentro del problema está en la media, según Ancelotti. La cosa es el “pase-desmarque”.

Y la queja del míster italiano tiene sus fundamentos. Isco ha sido sustituido en cuatro de los últimos cinco partidos; también Lucas Silva en dos e Illarra y hasta Kroos en otros dos. Es decir, por aquí ve Ancelotti el pinchazo del globo y lo mismo con la vuelta de Modric y Khedira se pueden esperar cosas nuevas en la medular del Madrid. Hoy, ante el Schalke, podremos testificar ciertas variaciones en la segunda parte que, de funcionar, podrían tener carácter definitivo. Es decir, o despierta Isco o deja de ser “innegociable”. Y lo mismo sirve para el flamante fichaje brasileño: no se ha ganado el puesto en los minutos de los que ha disfrutado. La teoría del “pase-desmarque” mal ejecutado puede dejar secuelas, salvo que hoy lo borden ante el Schalke.