Khedira: una titularidad absurda e inexplicable

Entre las numerosas situaciones que el pasado martes irritaron al Bernabéu, una de ellas se centró en la sorprendente titularidad de Khedira ante sus compatriotas del Schalke. Ancelotti, ajeno a lo que piensa el club y la mayoría de la afición, sigue otorgando un crédito indefinido al internacional germano, que hace tiempo que está desconectado y nulamente comprometido con la causa a raíz de decidir dejar el Madrid el próximo 30 de junio. Khedira rechazó hace tiempo la oferta de renovación que le planteó el club antes del Mundial de Brasil, sabedor de que ahora podrá cobrar una sustanciosa prima de fichaje al irse gratis a la finalización de esta temporada.

Ancelotti, en lo que pareció un desafío a la planta noble del Bernabéu, dejó en la grada a Lucas Silva (fichaje que no pidió el italiano y por el que el club ha pagado 14 millones de euros), dejó en el banquillo a Illarra (39 millones de euros gastados sin retorno alguno...) y apostó para el once por Khedira. Sami venía de recuperarse de su enésima lesión muscular. Curiosamente, su última aparición en el equipo se remontaba al derbi de infausto recuerdo en el Calderón. En esa tarde aciaga de febrero, el Madrid perdió 4-0. El martes, otra derrota (3-4). Vamos, que a pesar de su fama de gran recuperador en la medular, las dos últimas alineaciones de Khedira con el Madrid se han saldado con ocho goles en contra. Ancelotti le cambió ante el Schalke en el minuto 57 (pitado al irse) y su bagaje se remite a un tiro a gol y ninguna falta hecha.

Para colmo y a pesar de la confianza que le está dando Ancelotti, Khedira se quedó tan a gusto cuando habló con los medios alemanes tras el sonrojante 3-4: “¿Qué si podría irme al Schalke la próxima temporada? Estoy abierto a muchos equipos...”.

El próximo 4 de abril cumplirá 28 años y, aparte del Schalke, tanto Arsenal como Borussia Dortmund han preguntado a su agente por él. El Madrid no entrará en la puja, a pesar de que el míster le sigue dando bola...