McLaren controlará la situación

Confiaba en que la investigación de la FIA fuera determinante para saber qué le ocurrió a Alonso en Montmeló. Sí, reconozco que quizá pecaba de ingenuo pensado así, aunque era la única esperanza que me quedaba para despejar tantas incógnitas. Que el proceso se alargue ya da que pensar, pero que además, por normativa, McLaren deba estar de acuerdo con el informe que se haga público al respecto me lleva a temer lo peor: que nos enteraremos sólo de lo que les convenga.

El oscurantismo en este asunto es ya indiscutible. Lo hemos comprobado con las constantes contradicciones en los argumentos esgrimidos por los implicados y, sobre todo, por la negativa del entorno del piloto a que se emitiera un parte médico oficial. Así que si la FIA no presiona como debiera para que esto no quede como un misterio sin resolver, creo que la política de comunicación no cambiará. Algo le sucedió al monoplaza o a su unidad de potencia que provocó el accidente del asturiano, algo que se quiere ocultar porque probablemente perjudique al prestigio de la escudería, de su proveedor de motores o de ambos. Tengo la certeza de que Alonso no fue responsable de lo ocurrido, lo que dudo es que algún día lo reconozcan.