Baloncesto clandestino en la ACB

La ACB presume de que su Liga de baloncesto se ve en países tales como Benin, Bután, Comores, Eritrea, Lesotho, Malawi, Reunión... Es fácil de imaginar que si se ve ahí, se podrá ver también en cualquier otro país. Según la ACB, hasta en 117 gracias a los acuerdos firmados. Que se vea de madrugada, sólo un resumen o nada, es la letra pequeña. Lo que importa es que la ACB está presente en más de medio mundo. Estupendo, pero resulta que esta tarde nos encontramos con que el Madrid-Sevilla no se televisa. Ni en TVE, ni por las Autonómicas —y eso que Telemadrid vuelve a dar baloncesto—, ni en la televisión del Madrid. Ni siquiera se podrá ver por Internet. Es un partido clandestino. Y se trata nada menos que del Madrid.

El Madrid no es que sea más que nadie, pero sí quien más audiencia tiene. Sus partidos en La 1 o en Teledeporte son seguidos por una media de 470.000 espectadores; cuando el Madrid no juega, la audiencia baja a 234.000. Esto, por el propio interés de los contratos, impide que el Madrid se quede fuera de los dos/tres partidos que semanalmente no se televisan. Aunque, la verdad, estamos hablando de audiencias tan poco relevantes que poco importan. En televisión, cualquier audiencia que no compita por el millón de telespectadores tiene escaso valor. La ACB, por cierto, anunció cambios, contrató un director ejecutivo, pero la cosa sigue igual. Lo malo es que igual de mal. Los grandes sobreviven con el dinero del fútbol; los demás, malviven.