Jaén también tiene sus Cristianos

Jaén está de fiesta. Su equipo de fútbol sala es el campeón de la Copa. No es cuestión baladí. En la final ganó al Barcelona que en el fútbol sala también es algo. Nada menos que campeón de Europa. En deportes como éste, presupuestos de 600.000 euros permiten milagros. Lendoiro fue uno de los primeros en verlo. En los años setenta fundó el Liceo, y poco después A Coruña vibraba con el hockey sobre patines. Lo que no conseguía el Deportivo con el fútbol, lo conseguía el Liceo con el hockey: ser campeón. La fórmula funciona: en ciudades pequeñas que no pueden competir con el fútbol o el baloncesto, otros deportes (balonmano, voleibol o fútbol sala) han llegado a movilizar miles de aficionados. Ejemplos: Ciudad Real, Teruel o Jaén.

Los jugadores del Jaén fueron recibidos en la ciudad como lo que son: campeones. Ellos también son Cristianos. Por jugar al fútbol sala no les vamos a subestimar. Al contrario, el fútbol sala es ciertamente un deporte minoritario en cuanto a espectáculo, mas hay ocasiones en que hace la competencia a cualquiera. En esta Copa vimos el Quijote Arena lleno a reventar, pero no sólo eso, sino que en la programación de Teledeporte fue lo más visto del día (475.000 telespectadores de media), por encima del fútbol de Estudio Estadio (335.000), del ciclismo de la Tirreno-Adriático (257.000) y del baloncesto Unicaja-Valencia (228.000). Jaén ha conquistado un título, y España, un equipo: el Jaén Paraíso Interior Fútbol Sala.