La primera vez que vio jugar al City en directo tenía ocho años. Era 1949. En 1972 entró a trabajar en el Manchester City como administrativo. “La sede del club era un local pequeño, con no más de 40 empleados que hacíamos de todo. Ahora somos 500 sólo en Manchester y tenemos oficinas en todo el mundo. .. jamás pensé que el club llegara a ser tan global”, recuerda Bernard Halford, conocido como Mr. Manchester City en toda Inglaterra, en la cafetería de la ultra moderna sede del club blue, que le ha nombrado Presidente Vitalicio.

En las oficinas del City nadie tiene un despacho exclusivo. Se trabaja en un espacio diáfano inspirado en las instalciones de empresas como Microsoft o Google: Todo es diáfano, todo el mundo puede ver lo que hace el compañero y los espacios son compartidos. Una de las mesas del segundo piso la ocupa Halford, con una taza de te al lado del ordenador y una foto en la que se le ve levantando la FA Cup el 14 de mayo de 2011 en Wembley después de ganar al Stoke por 1-0 gracias al gol de Yaya Touré. “Fue el mejor día de mi vida”, rememora Halford. No es para menos. Fue la primera persona que recogió la copa sin ser futbolista o mánager en toda la historia del trofeo. Mediante ese gesto, el nuevo City de los millones de Abu Dhabi quiso honrar la memoria del antiguo City. Ese equipo que penó en Tercera División y por el que Halford explica que “luché a puñetazos muchas veces en el colegio. Ser del City y salir al patio después de perder con el United era muy duro”.

Halford estará hoy en el Camp Nou. Le reconocerán porque siempre lleva una gorra escocesa cubriendo su cabeza. “La llevo en recuerdo de Bobby Johnstone, el mejor jugador que tuvo jamás el City, el padrino de mi boda, me recuerda a David Silva”.