Red Bull no debería quejarse ahora

Reb Bull tiene todo el derecho a marcharse de la Fórmula 1 cuando considere oportuno, faltaría más. Es una empresa privada que defiende sus intereses y valora la rentabilidad de su inversión en los términos que considera oportunos. Dicho esto, creo que es un error estratégico importante quejarse ahora sobre el mismo campeonato que antes, durante cuatro años, les parecía fabuloso… porque ganaban. Es obvio que las reglas de juego han cambiado de forma significativa desde la pasada temporada pero lo han hecho para todos y son otros los que han conseguido exprimir al máximo el potencial de las nuevas motorizaciones híbridas. Renault, el proveedor de la escudería energética, no ha acertado como lo ha hecho Mercedes y tal realidad crea tensiones comprensibles.

Lamentarse como lo hacen después de la primera carrera de 2015 suena a pataleta fruto de la incapacidad. Durante el pasado año en Red Bull no consiguieron enderezar el rumbo de su proyecto y la cosa tampoco pinta demasiado bien hoy. Así que entiendo que no les agrade el escenario, pero no tanto que amenacen con la retirada como argumento de presión. Si no les convencía el nuevo reglamento técnico debieron luchar por modificarlo o marcharse cuando la FIA lo impuso al jubilar los V8. Esperar a ver qué pasa para, a continuación, criticar la situación me da la impresión que únicamente deja a las claras que no han logrado completar su trabajo con la eficacia que otros. Y ésa es una carencia propia, nunca de un campeonato que, curiosamente, ya no dominan.