No puede estar descontento el Barcelona del sorteo que le ha emparejado al París Saint-Germain, especialmente porque Ibrahimovic , la gran estrella de los franceses no podrá jugar el partido de ida al estar sancionado. Pero el PSG es un rival muy serio que da la sensación de que ha abandonado por aburrimiento la competición doméstica, que se le queda pequeña y pone todas sus fichas en Europa.

El PSG se ha hecho mayor y no es ya ese equipo con muy buenos jugadores, pero poco empaque que se dejaba sorprender por otros con más experiencia. Su clasificación para cuartos lograda en Stamford Bridge en la prórroga tras jugar una hora con un hombre menos así lo atestigua. Esta temporada, supero claramente al Barcelona en su estadio y ya no es ese equipo al que Messi ganó con una pierna (literal) en el Camp Nou hace dos temporadas.