Un reto pendiente: el Monumento

En el ciclismo hay cinco carreras que reciben el nombre de Monumento, y hoy es la primera. Son las más antiguas y de mayor prestigio: Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastogne-Lieja y Giro de Lombardía. Las cinco se llevan disputando desde 1913, y sólo tres ciclistas las han ganado todas: Merckx, De Vlaeminck y Van Looy, lo cual indica la dificultad de conseguir la victoria en estas pruebas. Españoles que hayan ganado algún Monumento están Freire y Poblet con tres y dos victorias, respectivamente, en la Milán-San Remo, Purito con dos en el Giro de Lombardía y Valverde con una en la Lieja-Bastogne-Lieja. En las otras dos, sólo Flecha consiguió acercarse a la victoria en ambas; Poblet, en la París-Roubaix.

Esto convierte en un reto ganar tanto la París-Roubaix como el Tour de Flandes, y completar así el Monumento, como ya lo consiguieron en su día el ciclismo belga, el italiano y el francés. Al holandés le falta una carrera menos que a nosotros: la Lieja-Bastogne-Lieja. Después de haber ganado las tres grandes Vueltas, el Mundial, los Juegos, Clásicas diversas, etc, consumar el Monumento es una justa aspiración ahora que tenemos especialistas en todos los apartados... menos en el pavés. Por algo las dos carreras en las que aún no hemos vencido tienen tramos de los tan temidos adoquines. Pues la París-Roubaix de este año incluye tres tramos que figuran en el Tour. Buena ocasión para probarlos. Quintana, por cierto, ya se ha apuntado.