Clásico universal con Messi y Cristiano

Ancelotti llevó a los suyos anoche a Barcelona, en lugar de en el mismo día, como suele hacer cuando el partido es tan tarde. Señal de que le impone respeto. Aunque seguro que no tanto como el año pasado, cuando se hizo un lío en su estreno en estas lides y puso a Sergio Ramos de medio y a Bale de nueve, para escándalo de su presidente. Pero es que no es fácil sustraerse a la presión de un Clásico. Luis Enrique debutó este curso con lo de Mathieu de lateral, dejando fuera a Rakitic y sacando a Luis Suárez de extremo y sin forma. Hasta el propio Cruyff hacía cosas raras con frecuencia en estos partidos.

Hoy no pasará. Ancelotti tiene su once de gala, a falta de James, lo que despeja dudas. Luis Enrique también ha centrado sus piezas en estos meses, aunque va con la duda de Sergio Busquets, jugador importante como clave de arco del equipo. Ahí tiene el punto débil el Barça, en esa ausencia (si realmente se produce, será duda hasta el final) y el fuerte lo tiene arriba, donde Messi tiene de nuevo todas las luces encendidas. Messi está más ‘en Messi’ que Cristiano ‘en Cristiano’ y por ahí tiene ventaja el Barça. Además, Luis Suárez ha cogido el hilo y ya marca goles y Neymar pelea hacia atrás más que Bale.

A cambio de todo eso, el Madrid tiene una velocidad demoledora en el contraataque, con la carrera inalcanzable de Bale y la visión de Benzema para el tránsito rápido. Cristiano no tiene el galope devorador de no hace tanto, pero sigue llegando al gol. El Madrid lo ha pasado mal, pero regresados Modric, Sergio Ramos y, algo antes, Pepe, se siente mejor, como saliendo de una fuerte gripe. Algunos lazos de confianza se han roto en este bache, pero aún se pueden rehacer. Sobre todo si Casillas tiene de nuevo una gran noche. Le chutarán mucho, y hoy valdrá el doble lo que pare y lo que no pare.