Mateu Lahoz olvidó su estilo

No influyó en el resultado la actuación de Mateu Lahoz. Pero nunca le había visto una primera parte tan diferente a lo que es su estilo de arbitraje. Se dedicó a cortar cualquier roce o entrada y sacó tarjetas que no suele sacar en otros partidos. Sobre todo, fue listo al amonestar a las defensas de ambos equipos, con lo que así controló la agresividad y el juego duro en esta línea. Sólo decir que la tarjeta en el 21’ a Pepe no debió de ser mostrada. El portugués no hace ni falta a Luis Suárez, que le echó cuento. En el 30’ se reclamó penalti al uruguayo en su salto con Ramos. El de Camas lo único que hizo fue saltar a destiempo, pero sin hacer falta. En el 36’ le enseñó de manera correcta la amarilla a Cristiano por simular una falta. También la vio Jordi Alba por protestar.

En el 39’ vino la primera jugada importante (por ser polémica) del partido. En primera instancia pareció que no había fuera de juego previo a la anulación del gol de Bale. Pareció que el asistente se había colado. Pero en las repeticiones se ve que cuando Benzema da el pase a Cristiano (para que peine hacia Bale) el portugués está por poco en posición incorrecta. Bien solventado.

En la segunda parte, y con el encuentro más caliente con entradas a destiempo (que no peligrosas) Mateu cambió su estilo al que suele utilizar, y lo hizo porque ya tenía el partido controlado. Y volvió a parecerse a él mismo. Por eso perdonó la segunda amarilla a varios jugadores, como a Pepe en el 62’ por una patada a Neymar, y a Carvajal en el minuto 65 por una entrada por detrás también sobre el brasileño.

Hubo una jugada en el 53’ de Carvajal reseñable. Tiene la costumbre en los saques de esquina de abrazar al contrario, como en esta ocasión hizo con Luis Suárez. Tuvo que dar gracias a que el jugador del Barcelona pudo meter el pie y tocar el balón. Si no, es penalti. Pero le puede ocasionar en partidos importantes algún disgusto. En mi opinión, lo mejor fue la actuación de los asistentes.