Un Atlético Féminas-Barcelona es el partido más atractivo que se puede ver en el fútbol femenino. Y el de ayer respondió a las expectativas. Viendo a las chicas de los dos equipos parece que estás viendo a los conjuntos masculinos de Primera División. El Barcelona femenino tocó y tocó, abrió el campo hasta que logró el hueco, con paciencia, con jugadoras muy bien dotadas técnicamente. Consiguió el tanto a través de su Messi particular, Sonia Bermúdez, que cada vez que tocaba el balón era máximo peligro. Pero enfrente estaba un Atlético Féminas que se defendió muy bien, que se juntó, que luchó cada balón como si fuera el último, que intentó salir rápido a la contra. Marcó su gol en una bonita jugada y pudo adelantarse en una acción a balón parado, pero la cancerbera del Barcelona despejó a córner. Me gustó Meseguer, la Koke del equipo femenino. No es canterana, pero da igual.

Los aficionados atléticos pueden estar orgullosos de sus chicas. Cada año que pasa el Atlético da un pasito adelante. Recuerdo hace años cuando uno intentaba, junto al fotógrafo Alejandro González, cuidar a ese equipo con el máximo mimo y dedicación. El trabajo y el tiempo han dado sus frutos. El Atlético Féminas ya pelea de tú a tú con los grandes de la Liga. Enhorabuena.