Gerrard. Su pisotón a Herrera a los cincuenta segundos nada más entrar dejó al equipo con diez, a Gerrard marcado en su último clásico inglés en el Liverpool y al equipo lejos de la cuarta plaza. Pidió disculpas, pero muy tarde.

Mata. Dos goles, uno con su pierna mala y otro magnífico con la zurda para un triunfo clave del United. El hombre del partido más tradicional en el fútbol inglés, asentado como interior junto a Herrera y Carrick más atrás.

Neuer. Falló en el primer gol en una de sus desconexiones que cada vez son menos habituales. Marcó el 0-1 Raffael y a partir de ahí el Gladbach se defendió bien. Sentenció Raffael.

Zeman. Decepcionante el Cagliari y con su equipo Zeman, que ni metió unos metros más arriba la línea defensiva ni mandó a su equipo a presionar sin balón. El Milán lo aprovechó.

Kane. Le sale todo, le entra todo, ya es máximo goleador de la Premier. Ante el Leicester lo demostró con tres goles. Debutará en breve con Inglatera.

McAuley. Emuló a Batista, aquel uruguayo expulsado ante Escocia en el Mundial 86, pero no tuvo nada que ver. Una falta de Dawson, un error del arbitro, McAuley a la calle y el West Brom con diez para el partido completo. Un paseo para el City, aunque le sirvió para poco.

Advocaat. Todo un trotamundos cuyo destino para nueve partidos es el moribundo Sunderland, al que Poyet salvó de milagro la temporada pasada. Perdió pero compitió bien ante el West Ham, Le faltó creación y remate. Y da la sensación de que lo pasará muy mal.

Bellarabi. Otro golazo, con un disparo al primer palo de Wellenreuther que vale oro. Había ganado el Dortmund en Hannover y los tres puntos del Leverkusen son clave porque alejan al Schalke y siguen manteniendo a doce puntos al propio Dortmund para la cuarta plaza.

Ibrahimovic. Recursos de todo tipo en el partido ante el Lorient, aunque muchos de ellos sólo para la galería. Eso a veces le perjudica a él y el propio PSG, aunque el espectáculo está garantizado. Provocó un penalti que marcó y cerró la tarde con su tercer gol.

PSG. Verratti como mediocentro puro en una posición que no convence a un Blanc que le prefiere de interior, Motta como central por la ausencia de David Luiz y Pastore en el mediocampo en plan estelar. El argentino se reivindicó.