Debe seguir luchando... y aprendiendo

La frustración de Bale es evidente. Este no es el Bale que cuesta 101 millones. Ni el que él quiere ser. Es un jugador que anda confundido entre lo que se le pide y lo que le gustaría dar, en un limbo de emociones e ideas que Paul Clement, Ancelotti o Modric intentan aclararle. Se ha dicho antes: el problema que tiene es gordo, pero es solucionable. Viene de una cultura futbolística donde no se enseña con detalle la compresión del juego, donde se acelera para llegar antes, no mejor, donde el físico recibe la medalla de oro, el esfuerzo la de plata y el compromiso la de bronce.

Creo que Bale se está dando cuenta de que le falta algo, y quiere llegar cuanto antes a ello. Por eso hace horas extras con Clement, por eso habla de lo suyo con los suyos, por eso se siente frustrado. Pero siente la rabia de los que quieren empezar a andar y les cuesta. Debe mostrar su valía en el marco que le facilita el equipo, en lugar de esperar la libertad que tenía en el Tottenham. El caso es que, si continúa acelerando su adaptación al nuevo país y al nuevo juego, llegará a la meta. Tiempo va a tener: ni Cristiano ni Bale van a dejar el club este verano. La idea es que la transición de la era post-Cristiano tenga a Bale de protagonista. Pero Gareth debe seguir escuchando, pensando, preguntando. Aprendiendo.