De los desafíos de Bravo y la noticia del regreso de Thiago

Bajito. Volvió a contar hace poco Claudio Bravo que cuando tenía 15 años estuvo a punto de ser expulsado de Colo Colo por un presidente con reticencias hacia jugadores bajitos. Su técnico confió en sus cualidades y él siguió trabajando con la fijación de convertirse en el portero que es. El primer gran desafío le marcó, pero sólo el primero. Después venir a Europa y ser el chileno con más partidos en la Liga. Destacar en un Mundial. Y afianzarse en ‘un grande’. Todos superados y en el siguiente tiene apoyos: ha conseguido (más tras el Clásico) que en el entorno del Barcelona pidan un sólo portero, él, para todas las competiciones.

El regreso. Thiago Alcántara regresó a la convocatoria del Bayern. Única buena noticia en una jornada de derrota y lesión de Robben. Un año sin jugar. Se dice pronto, se asume difícilmente tras una serie de lesiones de rodilla y recaídas de un jugador que deslumbró la temporada pasada en la Bundesliga y a quien Guardiola eligió para llevarse del Barcelona. A punto de cumplir los 24, el mejor regalo para el hijo de Macinho y hermano de Rafinha, será volver al fútbol.

Sin Pogba. El francés de 22 años ha adquirido galones tan rápido en la Juventus que su ausencia en los cuartos de final de la Champions es clave. Había jugado prácticamente todos los minutos hasta la lesión. Sin él parece complicado pensar en el regreso a la defensa de tres y ante un equipo tan cerrado como el Mónaco de Jardim, pierden ese atrevimiento en el tiro desde fuera del área, y desequilibrio en velocidad con las diagonales. Al menos regresa Pirlo, pero los delanteros tendrán menos ayuda para conseguir esos espacios que tan bien aprovechan Tévez y Morata.

Pena británica. Ya quisieran saber los equipos ingleses las claves para volver a ser importantes con la selección y en la Champions. Puede clamar Wenger por modificar el valor doble de los goles fuera. Pellegrini pensar que 11 contra 11 su equipo tendría más opciones. La Premier no logra transformar su liderato organizativo y de ingresos en dominio futbolístico. El reflejo es el Liverpool, mucho dinero en fichajes, mala selección, juego desorientado y adiós tras la fase de grupos.

Cosas de la UEFA. Quién llegará a la final del 6 de junio en Berlín es una incógnita que no tiene muy en cuenta la UEFA. Esto porque el plazo de solicitud para participar en el sorteo de las entradas del público general se ha agotado. Y el viernes 10 de abril algunos ya podrán decir que, juegue quien juegue, tienen su entrada. Qué cosas.