P. P. San Martín

Tiqui-taca sí, pero con valentía

La España de Del Bosque se encuentra en proceso de renovación, probablemente acelerado por el ‘palo mundial’ que nos dio Holanda. Y está bien que cambie con vistas al futuro. Eso sí, conviene buscar relevos o adaptarlos para que la puesta en escena no vaya a peor, sino a mejor. Y en este aspecto, por lo que se ve, a La Roja se le ha ido desde la cita de Brasil la fluidez, la genialidad y la velocidad. Por lo que presenta en el campo, es una sinfonía de toque, de virtuosismo con el balón y de jugar a la posesión. Sin embargo, falta espíritu para ir al cuerpo a cuerpo, para desbordar y pisar el área rival con sensación de peligro de gol.

Un solo tiro a puerta en toda la segunda parte ante Ucrania es un dato que hoy en Holanda no puede repetirse. Del Bosque tiene que ‘estirar’ a su equipo con más valentía. Debe pedir a Pedro, Cazorla, Juanmi y Vitolo que encaren a la defensa naranja, que sean vivos. Y también a Carvajal, que seguro lo hará muy bien. No se trata de renunciar al tiqui-taca, la seña de identidad, sino de meterle velocidad, diversidad y chispa. Uno de los peores errores de España es ser previsible.