Falta a Vitolo al borde del área. Para lanzar el golpe franco directo estaban sobre el césped Cazorla, Silva y Cesc, tres buenos lanzadores. Pues no lo tiraron ninguno de los tres. Llegó Piqué, se la pidió y la tiró. No se recuerda otra vez en la que Piqué haya tirado una falta. No es que la tirase mal, tampoco bien, es que no es normal que un central que no suele tirar las faltas decida por su cuenta y riesgo que él la tira. Esa sensación da esta Selección. Parece que los jugadores deciden lo que quieren hacer y se les permite. No es cuestión sólo del seleccionador, las dudas que genera España trascienden a la estructura deportiva de la Federación, si es que existe.

La figura de un director deportivo se antoja imprescindible para reconducir esta situación porque no hay ningún responsable por encima de Del Bosque en la Federación con conocimiento, entidad y capacidad de tomar decisiones de forma inmediata para remontar esta crisis de resultados. Y de juego.