Pedrosa no arroja la toalla

Pedrosa ha decidido ponerse en manos del doctor Villamor y es una excelente noticia. Primeramente porque nos indica, ya sin atisbo de duda, que el catalán no arroja la toalla, que luchará por seguir compitiendo y aleja así los fantasmas despertados por el desánimo en sus declaraciones tras el GP de Qatar. No merece un piloto como él una retirada precipitada como ésta y aceptar volver a pasar por el quirófano era inevitable si quería dar continuidad a su trayectoria mundialista. Hubo quien insinuó que sus problemas estaban más en su cabeza que en su antebrazo pero ahora ya sabemos que no es así, puesto que va a hacer todo lo posible por solucionar la dolencia que tanto le condiciona a la hora de dominar la poderosa Honda de MotoGP.

Le va a tratar, además, una eminencia en la materia como hemos venido comentando durante estos días de incertidumbre. Lo único que no entiendo es por qué Pedrosa no había visitado ya antes a Ángel Villamor en ese peregrinaje por especialistas que ha confesado haber realizado. Hablamos de un prestigioso médico de deportistas, toreros y hasta del Rey Juan Carlos, con referencias sobradamente conocidas entre los pilotos y una tasa de éxito altísima en sus intervenciones. Algo ha ocurrido para que ahora sí que piense en él y eso es lo verdaderamente importante, no podrá estar mejor atendido. La operación es agresiva, mucho más que la convencional del síndrome compartimental, pero si el resultado es el previsible y deseable el mal trago habrá merecido la pena para Dani.