Mercedes no quiere relajarse

Mercedes se aplica al dedillo aquello de no dormirse en los laureles. Son los vigentes campeones, de pilotos y constructores, en la Fórmula 1 y su hegemonía en el Mundial resulta incontestable, así que quizá por todo ello les escoció especialmente que se les escapara la victoria en Sepang a manos de un invitado inesperado como Vettel, al volante de su Ferrari. Sigo pensando que ese triunfo del alemán, sin negar la evolución del coche rojo, tuvo bastante de circunstancial, al igual que no creo que la supremacía de Mercedes se encuentre en riesgo alguno.

Sin embargo, me parece perfecto que no quieran relajarse, que el jefe dé un toque de atención general a la vista de los acontecimientos y que prometan redoblar esfuerzos para evitar nuevos deslices. Ésa y no otra es la actitud de los ganadores, la autocomplacencia es un hábito muy pernicioso en todos los ámbitos de la vida. Toto Wolff, que es bastante coherente, lo sabe bien y parece dispuesto a hacer cuanto esté en su mano para evitar perder los privilegios de los que ahora disfruta. En China veremos si la reacción es la prometida... aunque yo diría que no tienen tanto por lo que preocuparse.