Sobre comités, Cristiano y Otamendi

El de ayer fue día de comités. Cristiano salió exonerado, Otamendi no. Por partes: a nadie le pareció que Cristiano fingiera nada. Lo más que admitía la jugada era discutir entre derribo (que el Comité avala, tras consultar el vídeo) y resbalón por el cambio brusco de dirección. Melero López quiso ser el más listo del pueblo y ha quedado como lo contrario. Por lo demás, hay quien discute, desde el madridismo, la conveniencia de este recurso. Cristiano sigue ahora bajo amenaza de una tarjeta que le puede costar un partido más delicado que el de mañana. Pero como mañana faltará Bale, se decidió recurrir.

No deja de sonar extraño que el Madrid no se atreva con el Eibar con un ataque en el que están Jesé y Benzema. Es verdad que también van a faltar Kroos y James, pero aún así parece una precaución excesiva. Pese a esas ausencias, lo que puede poner el Madrid sobre el tapete es mucho más de lo que puede poner el Eibar. Supongo que también habrá pesado la pugna de Cristiano con Messi, ahora que ha recuperado la cabeza en la tabla de goleadores, y el recuerdo de que hace tres temporadas aguantó los últimos 18 partidos de Liga con cuatro tarjetas, sin caer en la quinta. Fue un récord de autocontrol.

Y voy con Otamendi. Un atropello sinuoso. No fue expulsión, no fue amarilla, y encima el Valencia cargó con un gol en ‘off-side’. Por disimular, se castiga la expulsión con un solo partido. Luego, el recurso se rechaza con una redacción declaradamente cínica. Encima, el Comité de Árbitros pide mano dura para con Salvo y Nuno. Todo a fin de salvar la cara de Teixeira Vitienes, paisano de Sánchez Arminio. Al error de Teixeira se suma una jornada de desdén hacia el despojado. Y temo que esto cree más animosidad en Valencia contra el Madrid, que en el caso lo que ha salido es perdiendo un penalti.