Jesé se sube al carro

No está pasando Jesé su mejor momento como futbolista del Madrid. Ha pasado de jugar poco a prácticamente sólo salir a calentar. Su cara evidencia que últimamente no es feliz en su trabajo. Por eso es tan importante el chicharro ante el Eibar. Es el mensaje claro de que está dispuesto a arrimar el hombro en un tramo tan decisivo de la temporada. Todavía no está el canario, ni de lejos, cerca del nivel previo a la inoportuna lesión, pero a poco que se afine puede sentirse otra vez importante en los partidos grandes que llaman a la puerta.

De calidad va sobrado, tiene la confianza de sus compañeros y sólo necesita que Ancelotti le dé un pequeño empujón. La final de la Champions en Lisboa demostró que los suplentes son decisivos para ganar grandes torneos y el suplente más decisivo es, de largo, Jesé Rodríguez. La temporada que viene será otra historia porque necesita una titularidad que en el Madrid es imposible.