Madrid, Barça, Atleti, Valencia y Sevilla

Antes del partido contra el Éibar se hablaba de las bajas del Madrid, que llegaron a preocupar tanto al club que apeló la tarjeta de Cristiano. ¡Pero el Madrid dejó en el banquillo a su refuerzo de invierno, Lucas Silva, que le costó catorce millones! ¡Y por las mismas fechas, el Éibar perdía al central Albentosa, que se fue al Derby County por 600.000 euros, provocando un agujero determinante! Luego vimos al Barça en Sevilla. Dos de sus titulares, Alves y Rakitic (jugador clave del curso pasado), procedían del Sevilla. Y hasta uno de sus suplentes, Adriano, tenía ese mismo origen.

Digo esto para explicar la enorme ventaja económica (por no citar otras) con que juegan los dos grandes, domingo tras domingo. Lo del Atlético del curso pasado tuvo un mérito extraordinario, pero a siete jornadas del final marcha a nueve puntos de la cabeza. Ya, en la práctica, sin aspiraciones. Su guerra ahora es otra, la que libra con el Valencia y el Sevilla, metidos los tres en cuatro puntos. Ahí están en juego tres puestos de premiación diferente: Champions directa, Champions condicionada a una previa o UEFA League. Ahí hay un segundo gran foco de atención para esta recta final.

Y además se van a dar el gusto de decir la última palabra sobre el título. Ya ha empezado a hacerlo el Sevilla, con su empate ante el Barça, ese Barça que este mismo verano se llevó a Rakitic, el mejor jugador sevillista de la temporada anterior. Por allí también tiene que ir el Madrid, que en su día se les llevó a Sergio Ramos. El Valencia tiene que visitar el Camp Nou y el Bernabéu. Y el Atlético ha de recibir al Barça en la penúltima jornada, previsiblemente enmarañado aún en la lucha con los otros dos, lo que evitará murmuraciones. Sí, estos tres juegan su propia Liga, pero van a ser jueces de la de los dos grandes.