David Cal ha recibido el homenaje del deporte español. Cal, al retirarse, se ha convertido en leyenda, como bien apuntó Alejandro Blanco. Sus cinco medallas olímpicas irán con el tiempo magnificando su figura hasta que alguien sea capaz de superarle. Cuatro medallas tienen Arantxa Sánchez-Vicario, Joan Llaneras y Andrea Fuentes, y los tres están retirados. Tres Gervasio Deferr y Herminio Menéndez, y tampoco están ya en activo. Las mismas de Demetrio Lozano, alejado ya de la Selección. Hay que descender al nivel de las dos medallas, y ahí encontramos ya más deportistas, pero sólo unos pocos en activo y, lo que es más difícil, con perspectiva en el tiempo de poder llegar a esas cinco. En esas condiciones sólo veo a dos mujeres: Mireia Belmonte y Ona Carbonell.

Ambas tienen 24 años, competirán en Río 2016, y con probabilidades de estar también en los Juegos de Tokio 2020, algo fundamental en el caso de Ona Carbonell. La sincronizada pone en juego sólo dos medallas, por lo que le harán falta otros Juegos para llegar, o superar, las cinco de Cal, si, como es de esperar, en Río repite los dos podios de Londres 2012. En el caso de Mireia, sus probabilidades aumentan, porque está nadando seis pruebas en cada gran competición. En los últimos Mundiales ganó tres medallas, lo cual acredita su condición de más firme candidata para suceder a David Cal como la mayor multimedallista olímpica española. Por eso, como dije hace unos días, se va David, llega Mireia.