Mazic falló con las tarjetas

Milorad Mazic no se quiso complicar. El serbio demostró poca personalidad en un partido limpio, pero es lo que se lleva en competición UEFA con la mayoría de colegiados. Lo digo porque Mandzukic y Carvajal no debieron terminar el partido aunque el resto de jugadores actuaron de forma intensa, pero jugando limpiamente al fútbol con los contactos clásicos de un partido tan trascendental. Al final, como siempre, salió Raúl García para calentar el partido y en un enfrentamiento con Ramos ambos fueron amonestados...

Analicemos las jugadas polémicas. En el 33’ existió en el saque de un córner un pequeño agarrón de Varane a Mandzukic pero no hubo retención ni derribo. No existió penalti. En el 42’, tampoco hubo mano de Juanfran dentro del área porque el balón le dio en el cuerpo.

En el segundo tiempo, como es costumbre, el partido se fue calentando y las faltas y desaires salieron a relucir. Ahí Mazic nos demostró que sólo quería sacar el partido con amonestaciones y sin tener que expulsar a nadie. Así lo hizo. Pero hubo acciones que merecieron otra consideración. En el 50’, hubo un golpe de Ramos a Mandzukic dentro del área pero es cuando el zaguero está despejando y le da con el brazo en la frente. No hubo intención, por lo tanto no es falta ni penalti. Fue sólo un encontronazo.

En el 54’, Mandzukic entró al bulto contra Varane, despreocupándose del balón, lo que unido a sus protestas anteriores, hizo que fuera amonestado correctamente. En el 60’, Carvajal se agarró de la camiseta con el delantero croata y luego le propinó un puñetazo en el pecho. El colegiado no lo vio, porque de verlo tendría que haberle expulsado y pitar penalti.

En el tramo final, en el 86’, Torres cayó en el área pero no hubo falta ya que Ramos le ganó la posición y después chocó con el delantero atlético. Lo más peliagudo llegó un minuto después: Marcelo no debió ser amonestado, como mucho era simplemente falta y por esta decisión se pierde la vuelta...