París. “Siempre nos quedará París”, la mítica frase de Casablanca, apego a los buenos recuerdos, no tiene un ápice de romanticismo para el Barça. Perdieron en la fase de grupos, empataron en la 2012-13 y fueron eliminados en los cuartos de la 94-95 también en el Parque de los Príncipes. Llegan tras empatar en Sevilla, el enfado de Neymar, la distancia reducida en la Liga. En un fútbol constante e intenso en el que un 2-2 tras nueve victorias consecutivas hace sonar alarmas. Pero ya dice Messi que jugar un partido cada tres días da la oportunidad de arreglar lo que se haya hecho mal. Clave París: primera parada en Champions, más el Valencia y el derbi en los diez días en los que se juegan la temporada.

El equilibrio. Siempre quiso demostrar que era más que un mediocentro agresivo o con pinta de relajado, incluso, en la época en la que llevaba rastas. “No te saco para eso, sé agresivo” le decía Aguirre a Motta en el Atleti si se salía del guión y mostraba su técnica. A los 33 vive una madurez tranquila en el PSG y es el equilibrio en el centro del campo de Blanc que espera el milagro de poder contar con él y no tener que descartarlo como a Ibra, Verratti y David Luiz. Los ocho años en Can Barça quedan muy atrás, pero algo le quedó.

Favorito. A medida que recupera lesionados, el Bayern suma puntos como favorito al título europeo. Más de un año después Thiago está listo. Lahm, el capitán que juega de casi todo también (las bajas de Ribéry y Schweinsteiger le llevarán al centro del campo). Aunque es cierto que a Alaba, el hombre para todo, se le echará de menos.

Comparaciones. Si hoy ganase el Oporto al Bayern, Lopetegui igualaría el record de Mourinho de partidos sin perder en la Champions: 11. Siete victorias y tres empates para un equipo invicto. Si llega a semifinales, será la primera vez desde la 2003-04, cuando lograron el título. Nada que ver tiene los dos técnicos, pero si se alabó al técnico portugués entonces, hay que hacerlo ahora con el español. Sin portadas, a su estilo, no perdamos la oportunidad de avalar a otro entrenador que fuera seguramente sea más reconocido que en su país.

Los focos. Lopetegui se sentía incómodo con la excesiva atención de los medios a Danilo y la incertidumbre que le hizo bajar el rendimiento al lateral. Futuro seguro en el Madrid. Ahora todos los ojos miran a Danilo y él sí tiene la responsabilidad de jugar a la altura que se espera para el equipo y para quienes le esperan la próxima temporada.