Parece que lo de Ferrari esta vez sí va en serio

Mientras asistimos a la tímida evolución de McLaren Honda (Fernando Alonso entra por primera vez en la Q2 mientras el coche de Jenson Button se detiene en el arranque calificación) no nos queda otra que mirar de reojillo al box de Ferrari. Hay que aplaudir la progresión de los monoplazas de Maranello porque es buena para la Fórmula 1, aunque también creo que estamos legitimados para preguntarnos ¿por qué ahora? Viendo como Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen están apretando a los Mercedes es fácil intuir lo que podría haber hecho el asturiano al volante de un monoplaza con semejante potencial. No sé si definirlo como paradójico o como frustrante, puede que ambas cosas se ajusten a esta sorpresa teñida de rojo.

Cuando ya estamos en el cuarto gran premio del año lo que resulta indiscutible es que la Scuderia ahora sí que va en serio, los resultados de sus pilotos lo avalan y cada carrera que pasa se reafirma esta sensación. Arrivabene y Allison están obrando lo que durante tanto tiempo consideramos como un milagro: que en Ferrari se acabara la palabrería e hicieran justicia con hechos a la leyenda que corresponde a su historia y palmarés. Es una lástima que el desastre anterior dinamitara la confianza y la moral de Alonso, sigo pensando que su proyecto con los italianos se había agotado pero hoy sólo podemos lamentar que así ocurriera. Sobre todo porque ya sabemos que la gloria tampoco llegará este año con McLaren. Y la espera se hace muy dura....