Hazard sentencia la Premier ante un buen United

Hazard. Hizo el gol del triunfo ante el Manchester United en la única jugada en la que apareció de verdad el talento de Fàbregas, Oscar y el propio Hazard. Le bastó al Chelsea, que aguantó atrás y sentenció el título liguero en Inglaterra.

Ander Herrera. Sin Carrick, lesionado, ocupó su posición, tremenda responsabilidad para él. Jugó bien el español. Cometió muy pocos errores con la pelota y a punto estuvo de forzar un penalti en el último suspiro del partido.

Van Gaal. Declaró tras el partido que su equipo había hecho el mejor fútbol de la temporada y no le faltó razón. Fue un muy buen Manchester United, valiente, con combinaciones rápidas.

Dante. Volvió a cometer otro error tremendo, que a punto estuvo de costarle un gol al Bayern cuando aún estaban empate a cero ante el Hoffenheim. Buenos minutos de Thiago y Rode.

Alexis. Alumbró Wembley con dos goles ante el Reading y metió al Arsenal en la final de Copa. Precioso el recorte en el primero, decisivo el segundo en la prórroga en un duro partido en el que el Arsenal pasó un mal rato tras el empate del Reading.

Klopp. Dortmund fue una fiesta para agradecer a Klopp las siete temporadas en las que logró que el equipo volviese a lo más alto del fútbol europeo. No ganó una Champions como Hitzfeld, pero sí dos ligas y sobre todo aquella final de Champions ante el Bayern.

Pioli. Llegaba el Lazio a Turin con ocho triunfos seguidos e instalado segundo en la tabla, pero Pioli con la Juve enfrente cambió el dibujo, metió un centrocampista más y renunció a Candreva. Le costó caro.

Tévez. Dieciocho goles ya, varias exhibiciones en la temporada y apariciones permanentes en momentos decisivos. Ante el Lazio otra vez, con el primer gol y la certeza de que no hay un delantero más en forma en Italia en este momento.

Pastore. La maniobra en su segundo gol en Niza, excelente. Obra de un futbolista en forma, que no pudo aparecer en Champions ante la superioridad del Barcelona.

Inter. Mereció el triunfo por dominio y ocasiones ante un Milán que hizo poco más que defenderse, pero a los interistas les faltó remate. Extrañó la suplencia de Xaqiri, pues Mancini pudo retrasar a Hernanes.