No estará Modric. Ni Marcelo. Parece que tampoco Benzema. Y ya se sabía que Bale sería imposible que llegase al derbi. Estas cuatro ausencias han conseguido que algunos madridistas me llamasen desde el domingo aterrorizados y convencidos de que el Atleti nos eliminará mañana. Los he regañado a todos. Parece que no conocen el verdadero ADN del Madrid. Si algo ha hecho legendario a este equipo a lo largo de los años ha sido su capacidad para remar río arriba y para salvar obstáculos que son imposibles para cualquier otro. El hecho de que el Madrid afronte el partido con cuatro bajas me parece que va a ayudar a los blancos. Emocionalmente, los once que salten al campo saldrán como motos para demostrar que es un error darles por muertos...

Y conozco muy bien al Bernabéu. Mañana arropará al equipo más que nunca para convertirse en ese jugador número doce que supla las ausencias. Recuerdo aquel partidazo de 1985 contra el Borussia Mönchengladbach en el que se remontó un 5-1 de la ida a pesar de que faltara medio equipo titular entre lesiones y sanciones. San José jugó con la cadera infiltrada y hasta Cholo (que era de Burgos) tuvo que salir al final a echar una mano. Fue la noche en la que Juanito levitó. En el Madrid no existe la palabra excusa. Al revés, los hombres de Ancelotti van a protagonizar un triunfo histórico que dedicarán a Luka, a Gareth, a Karim y a Marcelito. Todos ellos entenderán mañana lo grande que es pertenecer al Madrid. Tanto si estás en el césped como en la grada...