Me he cruzado con una veintena de atléticos en las últimas horas. Alguno de ellos de alto copete. Todos me saludaron con el cariño con el que recoges a un gato desvalido y sin dueño en mitad de la calle. Las cuatro bajas del Apocalipsis (Bale, Benzema, Modric y Marcelo) les tienen subiditos. Tú mismo dices, Manolete, que os habéis citado en Neptuno. Sólo te falta decir que lo de esta noche es un partido de trámite para tus cholitos.

Me encanta porque el Atleti no se sabe manejar en esos terrenos de la soberbia y del agrandamiento. No os sentís cómodos en ese papel. De hecho, querido Manolete, muchos de tus amigos se pusieron de los nervios cuando les dije que habían pasado a ser favoritos y que si pierden será un fracaso para el Atleti. El cazador cazado. Habéis caído en vuestra propia trampa. No os queda otra que eliminarnos hoy o quedaréis en evidencia. Ni Champions, ni Liga, ni Copa del Rey... Una temporadita en blanco, el color que os pone tan nerviosos.

Para el Madrid el partidazo será un homenaje a nuestra maravillosa historia, basada en el orgullo de la camiseta, el escudo sagrado y la fiereza indomable de futbolistas que asumen que pueden revivir una de esas noches que te permiten entrar en esa leyenda en la que cohabitan Pirri, Camacho, Juanito, Santillana y compañía desde aquella mítica remontada al Derby County (5-1), acontecida hace casi 40 años.

El relevo lo cogerán Cristiano (el mejor futbolista que hayan visto tus ojos, chaval), James Rodríguez, que convierte en oro todo lo que toca su mágica bota izquierda, y Chicharito, que pondrá el picante con un chicharrito. Y si la cosa se pone apretadita (¡imagínate un 1-1 hasta el descuento!), ya sabes lo que os espera. ¿Otro gol de Ramos en el minuto 93?