La bestia resucitó a tiempo

Hace poco menos de un año que el Madrid domó a su bestia negra con un dolorosísimo 4-0 en el Allianz Arena de Múnich, pero ayer resucitó. De manera impresionante. Decía Guardiola que copas como ésta no se ganan paseándose. Que había que sobrepasar momentos difíciles. En el caso del Bayern no fue solamente un momento difícil, sino el escándalo más grande que se recuerda en la entidad bávara desde hace décadas. Una plaga de lesiones, el palo de la ida en O Dragao y encima la dimisión del doctor estrella que desató la polémica en Múnich y en toda Europa. Pero justo en el momento que nadie lo esperaba, justo cuando el Bayern estaba más hundido que nunca, resucitó.

Y jugando bien al fútbol, tal y como Guardiola se lo pidió a sus jugadores antes del encuentro, aunque el Oporto no se lo puso del todo difícil. Pero el Bayern es así. “Nosotros somos nosotros”, dice el lema del club, haciéndo alusión a la autoestima de la entidad. Los bávaros llegaron al partido de ayer medio muertos y salieron como favoritísimos de cara al título final. Volverán Robben, Ribéry, Alaba y habrá que dar mucha guerra para volver a acabar con la bestia negra. Solamente con un incendio forestal en el Allianz no bastará esta vez para volver a domarla.