Una idea de Urrutia. El Athletic acaba de lanzar una interesante iniciativa por la que, anualmente, premiará a futbolistas que hayan estado toda su carrera en la misma entidad: el ya generalizado término de one club man. El primer reconocido será Mathew Le Tissier, que prefirió el Southampton, su equipo de toda la vida, a ofertas más jugosas de la Premier League. Le Tissier, que hizo goles memorables en The Dell, estadio con sabor demolido en 2001, jugó 16 años en el Southampton (1986-2002) y el Athletic se propone, con la distinción, llegar a sus chicos de Lezama y mostrarle los encantos de una vida dedicada a un solo club. Xavi, aplaudido en sus últimas visitas a San Mamés y que participó en el documental antes de la demolición de La Catedral, es el principal candidato a ser reconocido el próximo año…, si no deja el Barça. Le Tissier viajará a Bilbao para recibir su premio en la previa del derbi contra la Real Sociedad el próximo miércoles.

Correcaminos. Juanmi, debutante con la Selección en Holanda, está empeñado en recibir de nuevo la llamada de Del Bosque. Por correr no va a ser. El domingo en el Bernabéu fue el futbolista que más distancia recorrió, 11,93 kilómetros, según datos oficiales de La Liga (el segundo, por cierto, fue James). Juanmi, que llevó el brazalete de capitán del Málaga con 22 años, ha marcado este año en Camp Nou y Chamartín, un escenario especial para él, que tuvo ídolo madridista: Raúl, por “su combatividad y su garra”.

Autogoles. De la carrera de Diego Mainz (1982) no hay dudas. Le tocará sin embargo cargar con un récord negativo. El defensa del Granada es el primer jugador que se marca tres autogoles en la misma Liga. Pero contra el Sevilla batió a Sergio Rico y se convirtió en el octavo jugador de Primera que en un mismo partido mete un gol y se hace uno en propia puerta. Le ha pasado a futbolistas de clase como Martí Filosía, campeones olímpicos como Rafa Berges y hasta a Balones de Oro. En 2001, Rivaldo lo hizo todo en un Barça-Mallorca que terminó 1-1. Así lo explicó: “Estaba más cansando que nunca. Cinco horas antes del partido me quedé durmiendo hablando con un amigo de Brasil. Me despertó Carles Naval y llegué tarde a la merienda. Me multarán. Luque tiró muy fuerte…”.