Tras la eliminación del Atlético, el estado de optimismo se ha declarado en el Real Madrid. Ancelotti se ha liberado de esos fantasmas que le sobrevuelan, por fin le funcionó un plan B con Ramos en el centro y, aunque se atisban unas semifinales duras de Champions, se considera a la Juve un rival asequible. En el vestuario del equipo se sienten capaces de todo y consideran que hay recursos, contando con la paulatina recuperación de los lesionados, para pensar en el doblete. Existe la seguridad de que el Barcelona acabará pinchando en la Liga, sobre todo por el tremendo desgaste físico y psicológico de la eliminatoria ante el Bayern de Guardiola y de que se pueden conseguir todos los puntos ligueros, el ya famoso ‘Plan 30’.

El técnico italiano goza de la complicidad de los pesos pesados del vestuario, especialmente de Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos. “Me gustan los entrenadores que son buenas personas, pero también los que tienen huevos”, dijo el camero. No hay más que leer entre líneas para ver cómo se protegen mutuamente. La cuestión es de quién…