Un canario deprimido anda por el Bernabéu… Jesé se topó con una grave lesión cuando estaba en el mejor momento de su vida y le está costando volver a encontrarse. Tiene pocas oportunidades para recuperar el golpe de pedal y cuando Ancelotti le da minutos se le nota mustio. Jesé debe mirarse en el espejo de Chicharito y no bajar los brazos por muy difícil que sea su situación. Un final de temporada tan apretado puede propiciar oportunidades para todos y hay que estar preparado.

El canterano tuvo mala suerte y perdió el sitio cuando asomaba a la titularidad, pero un aspirante a crack tiene que saber voltear situaciones poco ventajosas. Físicamente no está fino, pero lo más preocupante es que parece que ha perdido confianza en sus posibilidades y su cabeza está en otro sitio. Son comprensibles sus quejas por jugar poco, pero su obligación es ponerle las cosas complicadas a Carletto y, ahora, no lo está haciendo. Todavía tiene tiempo porque aún queda lo mejor…