Golazo de James y réplica de Torres

Un golazo de James redimió un partido muy soso, que le dejó al Madrid los tres puntos pero también algunos malestares. Malestar con Illarramendi, cuyo trote intrascendente empieza a aburrir al Bernabéu, que lo hace notar. Malestar con Jesé, porque está lejos, en entusiasmo, del que fue, y eso también lo nota el Bernabéu. Y malestar también con Cristiano Ronaldo, que vuelve a proclamar su egolatría. De nuevo pone de forma explícita sus números personales por delante de los del equipo. Su reacción al gol de Arbeloa fue infumable. Por eso le pitaron cuando chupó un remate con Chicharito libre.

Ahora se entiende mejor por qué Ancelotti rota tan poco, comentaba alguien a mi lado. Hay jugadores que, a diferencia de Chicharito, que se ha mantenido muy en forma a la espera de lo que hubiera menester y ha sido decisivo en un momento clave de la temporada, se abandonan al no verse en el equipo titular. Ejemplos en esta plantilla hay varios. Y hay otros que no dan el nivel. Eso se comprobó ayer, en un partido perezoso del Madrid, siempre menos aplicado que el Almería. No se vio juego, se vio indiferencia o incompetencia en varios que juegan poco y que quizá no merezcan jugar ni ese poco.

Sigue en pie la ‘Operación 30 Puntos’, pero las cuentas se complican, porque es fácil que la clave de arco del entramado, la visita del Barça al Atlético, coja a este sin necesidad de puntos. Suponiendo que el Madrid gane al Sevilla y al Valencia (sin esas victorias no hay cuentas), el Atlético podría llegar a la penúltima jornada con siete puntos de margen. En ese sentido, el gol de Torres de ayer fue vital. El Atlético tiene ahora el Athletic en casa y la visita al Levante. Si gana a los dos, y el Madrid a Sevilla y Valencia, al Atlético no le harán ninguna falta los puntos del día del Barça. Malo para el Madrid.