Esta madrugada se va a celebrar un combate cuyas cifras nos dejan atónitos. Un combate entre dos fenómenos: Mayweather y Pacquiao. Uno, estadounidense; el otro, filipino. Capaces de protagonizar el llamado combate del siglo o el de los mil millones de dólares. O vaya usted a saber si más. Entre lo que van a cobrar los púgiles, la taquilla, la recaudación por televisión... Si además se añade el impacto económico del combate en la ciudad, con las 150.000 plazas hoteleras de Las Vegas a precios de oro, lo mismo esos mil millones aún se quedan cortos. Cuando los púgiles se van a repartir ¡300 millones! será porque los generan; en ese sentido, el de esta madrugada sí va a ser el combate comercialmente, no ya del siglo, sino de los siglos.

Otra cuestión es la deportiva. Mayweather tiene 38 años; Pacquiao, 36. Parece difícil creer que se encuentren en plenitud. Ahora que ya está próxima la retirada de ambos, deciden enfrentarse. Un combate auténticamente atractivo. Mayweather no ha perdido una sola pelea. Quizá porque nunca se enfrentó a Pacquiao, si bien éste, por muy campeón que haya sido en ocho categorías diferentes, tiene dos derrotas y cinco nulos en su carrera. Realmente, como decía, atractivo, pero que la mercadotecnica se ha encargado de elevar a la enésima potencia. Ali o Tyson fueron conocidos universalmente; Mayweather y Pacquiao, dudo que lo sean. ¿Combate del siglo? Sí. Pero del XXI. En el XX hubo algunos que pararon el mundo.