El flamante estadio de la Juventus, hecho sobre las ruinas de Delle Alpi, cuenta con una de las mejores acústicas de Europa. Los aficionados italianos acostumbran a cantar su himno a capella. Así que la entrada al partido será tremenda. Tal vez por eso Ancelotti y Allegri ofrecieron su rostro más tranquilo y amable. Allegri para asegurar que ningún partido acabará a cero; Ancelotti para reconocer que la eliminatoria no será como la de cuartos ante el Atleti, así que en esto coincidieron. El Madrid se enfrenta a un sueño, repetir presencia en una final de Champions.

Eso lo sabe Ancelotti, cuya imagen vuelve a engrandecerse en este torneo. Ya le sucedió en Lisboa, y también ante la Juve a la que le ganó con el Milán una final por penaltis en 2003. Una final que acabó empate a cero, ese resultado de siempre tan del Calcio. Ninguno quiso desvelar sus cartas, y los dos se tomaron a broma la pregunta obligada sobre la alineación. Por no faltar, no lo hicieron ni las flores de Allegri a su compatriota. En Turín se cruzan los dos entrenadores italianos de semifinales. Los dos tienen muchas muescas en la espalda, sobre todo Carlo, que acabó el entrenamiento haciéndose una foto con Casillas, el capitán que levanta las copas del Real Madrid. Sería por eso.