Barça-Bayern: más de Messi que de Pep Guardiola

Sin retorno. Vuelve Pep Guardiola y a pesar de que físicamente es una realidad, la sensación es que nunca se fue. Porque con él se ganó todo. Porque la enfermedad de Tito Vilanova cortó una transición natural. Porque Martino nunca se hizo con el equipo y la genética no es fácil de variar. Porque a Luis Enrique le pesó el inicio y ahora que el equipo está en su mejor momento se le compara con el de Guardiola. Porque en el banquillo visitante hoy habrá un culé y un socio al que la grada parece homenajeará espontáneamente.

Y cómo es él. “Nos quiere de puntillas, al máximo. Transmite un constante afán de superación. Es directo, te mira a los ojos y te dice las cosas como son”. Así es la definición de Pepe Reina de su entrenador, que ha usado poco al portero, pero le ha mantenido alerta. Reina está imbatido y se ha convertido en el Bayern en el primer jugador español que disputa las cuatro grandes ligas europeas.

Crecer. De Javi Martínez (de vuelta de una lesión que le ha costado 283 días de fútbol) Guardiola quería un mediocentro, pero un mejor central que el del Athletic. “Conoce a Bielsa y su defensa al hombre y sabía que tenía déficit. Automatizas el movimiento de seguir al delantero y creas un espacio peligroso. Me preparó entrenamientos con ejercicios específicos hasta que lo corregí”. En una plantilla llena de bajas, el navarro es un mediocentro y central listo para aprovechar ‘el regalo’ de estar listo en una temporada que ya daba por perdida.

Eclipsar. “Creo que nos cruzamos en una gala de la FIFA, después no he tenido contacto con Guardiola, aunque aquí tuviésemos buena relación como con el resto de compañeros”, dijo Messi en rueda de prensa casi un año después de la última. Además de lo que el argentino hace en el campo y la visibilidad que le da está claro que su presencia es un plan estudiado del Barça, que deja claro que Pep es el pasado y Messi quien escribe su presente y futuro.

11 metros. Contra el Getafe, Messi, a quien si se le busca un defecto puede ser desde el punto de penalti, anotó uno que le agradeció desde Austria Panenka. Era el 50. En Córdoba se lo cedió a Neymar. Era una señal más de la relación de la línea de tres, que celebra las victorias y sus 108 goles con selfie. Y el liderato del 10.