Contador y su reto Giro-Tour

Anquetil ganó el Giro y el Tour en 1964 con 15 días de diferencia; Coppi, en 1952 con 17 y en 1949 con 18; Merckx, en 1970 y 1974, y Roche, en 1987, con 19; Merckx, nuevamente, en 1972, Hinault en 1985, e Indurain en 1992 y 1993, con 20; Hinault, otra vez, en 1982 con 28; Pantani, en 1998, con 34 días, una vez que la Vuelta había dejado más espacio entre ambas carreras al irse a septiembre. Contador va a intentar el doblete con esos mismos 34 días que dan tiempo para descansar, recuperarse y hasta para entrenarse. Pero la corriente empeñada en vendernos el esfuerzo supremo que realizan los deportistas en las competiciones, nos hace ver estos intentos como empresas ciclópeas cuando son profesionales que gozan de todos los cuidados habidos y por haber.

¡Ojo! Fácil no es el doblete. Si no lo es ganar un solo Giro o un solo Tour, ¡como para ganar los dos! Mas eso no quita que para los grandes ciclistas además de posible sea probable. ¿Cuánto de probable? Esa es la cuestión. Primero hay que ganar el Giro; después... Después ya se verá. Pero no será porque no hay tiempo entre medias. Cuando no lo había era antes. Tampoco sería porque no había que emplearse a fondo. Hinault bien que sufrió en 1985, cuando ganó el Giro por 1:08 a Moser y el Tour por 1:42 a LeMond. Aún ha habido diferencias menores: 12 segundos de Merckx a Baronchelli en el Giro 74, 40 de Roche a Delgado en el Tour 87 y 55 de Anquetil a Poulidor en el de 1964. Como dice Hinault, Contador hace bien en intentarlo. La pena es que sea el único.