La puntería condenó a los viola

La Fiorentina volvió a sufrir una de sus enfermedades más graves: la falta de puntería. Eso sí, la experiencia europea del Sevilla es superior y la plantilla española demostró su fuerza, pero el choque (y, probablemente, la eliminatoria) vivió su momento clave entre el minuto 19 y el 26: después del gol de Aleix Vidal, los de Montella tuvieron tres oportunidades clarísimas para meter el 1-1, pero Mati y Salah no pudieron batir a Sergio Rico. Tras una primera parte llena de emociones, de todas formas, el Sevilla tomó las riendas del choque y la Fiore pudo hacer poco. Los de Montella, que intentaron mostrar su calidad y por momentos también lo consiguieron, se desmoronaron después del segundo gol local que hizo enloquecer al Pizjuán e hizo más grande la falta de carácter viola.

Lograr el 2-1, jugando de visitante, podía suponer un partido de vuelta abierto, pero los italianos parecieron casi rendirse y encajaron también el gol de Gameiro. El Sevilla es un gran equipo, campeón vigente de la Europa League, y perder en su estadio no es una tragedia para los viola, aunque reprocharse una vez más las ocasiones desperdiciadas duele mucho. Falta puntería y no pensar en Giuseppe Rossi se hace imposible tras una derrota así de dura.