Pues sí, lo han vuelto a hacer

Lo han vuelto a hacer. El Levante se quedará una temporada más entre los grandes de España. Con un presupuesto para la plantilla casi ridículo comparado con casi todos sus rivales y con un modelo casi obsoleto a la hora de salir al mercado porque le es casi imposible competir con nadie a coste cero ni en cesiones de clubes más importantes. En una temporada con más turbulencias de las esperadas, sobreponiéndose a la que fue su peor crisis en los últimos años en Primera, reconociendo a tiempo los errores y destituyendo al primer entrenador de la era Quico Catalán-Manolo Salvador. Y así con todo, en el momento más oportuno volvió a resurgir el Levante que su gente anhelaba. El de la garra, el del espíritu. El que ha demostrado que quería de verdad quedarse en Primera y que, aún con mucho que mejorar, no ha sido peor que el resto.

Ahora falta saber cómo y con quién se quedará en la máxima categoría. La lógica dice que con Alcaraz al timón, al menos como recompensa a su deber cumplido. La plantilla en sí necesita un cambio casi total tras un año de más luces que sombras. Y la patata caliente está también en David Barral, que ayer entró en el Olimpo granota como máximo goleador azulgrana de la historia en Primera, pero que a día de hoy no sabe dónde jugará el año que viene.