La obra maestra de Allegri

El verano pasado, cuando la Juve fichó a Alvaro Morata, mucha gente en Italia se preguntó por qué el entonces equipo de Conte no había atado a Ciro Inmmobile, un chaval de la casa que había marcado 22 goles convirtiéndose en el Pichichi de la Liga. Inmmobile fue traspasado al Borussia Dortmund y esta temporada sólo ha sido un suplente que no ha dejado huella tampoco en el duelo de Champions contra su exequipo. Al revés, Morata poco a poco se ha ganado un puesto de titular en la Juve quitándoselo a Fernando Llorente. Y, sobre todo, ganando la confianza de sus nuevos compañeros y de sus nuevos aficionados.

Estamos en la parte final de la temporada y podemos decir que Morata es la obra maestra de Allegri. Y al mismo tiempo, el nuevo símbolo de un futuro de la Juventus sin Tévez, cuando éste vuelva a Buenos Aires. Allegri, que empezó a trabajar con la pretemporada ya iniciada, ha tenido el mérito de no quemar a Morata, sino esperar paciente a que conociera el nuevo ambiente como un parto sin dolor. Morata ha sentado a Llorente, muy querido por la afición, y se ha vuelto el compañero ideal de Tévez formando una pareja perfecta en Liga y Champions. Sólo le falta marcar en el Bernabéu y clasificarse.