Extraños compañeros de cama

La autoría de la frase original se la discuten varios genios. Unos se la atribuyen a Kissinger, otros a Groucho Marx, pero la versión más fiable es la que argumenta que un día Winston Churchill dijo “Politics makes strange bedfellows”, es decir, “La política crea extraños compañeros de cama”. El Barça y el Atleti, por motivos obvios, han compartido cama muchas veces teniendo muy poco en común. El Atlético ganó su última Liga en el Camp Nou en la última jornada ante un Barça resignado y depresivo. Ante un Camp Nou que ni siquiera protestó el gol mal anulado a Messi que le hubiera dado un título que se merecía más el equipo del Manzanares que ellos. Pasado un tiempo, un partido de Liga y una eliminatoria de Copa, las relaciones se han ido agriando entre ambos equipos. Qué si son demasiado violentos, qué si se quejan demasiado y otras diferencias lógicas entre equipos que luchan por los mismos objetivos pero que, aun así, comparten rival.

Soy de los que piensan que el Atlético hará lo posible para ganar al Barcelona mañana por la tarde. No pensarán en que le están haciendo un favor al Madrid, pensarán en sí mismos, porque el Atleti, a diferencia del día de la goleada en El Calderón que forzó la salida de Torres, ya piensa a lo grande y por sí mismo. Es un equipo que no necesita el fracaso ajeno para compensar las desgracias propias. Pero el Barcelona tampoco va a tener piedad de los de Simeone. Necesita ganar la Liga cuanto antes. No es personal, son negocios.