Jorge Lorenzo ha vuelto. Segunda victoria consecutiva del mallorquín que se reengancha así a la lucha por el título de MotoGP después de un inicio de temporada un tanto titubeante. Es una estupenda noticia porque así serán dos las bazas españolas para plantear oposición a Valentino Rossi, que después de cinco grandes premios de 2015 sigue al frente de la tabla de punto. Digo dos opciones claras porque creo que Marc Márquez, tarde o temprano, también se subirá al carro de los aspirantes, mientras que Dani Pedrosa, por desgracia, queda fuera de esa condición salvo que se produzca una hecatombe de los anteriores. Pero dos contra uno no es una mala proporción, ojalá que el desenlace sea favorable para los intereses de nuestro deporte…

La regularidad diría que va a ser uno de los aspectos clave en este duelo generacional. Ya hemos visto que Rossi se crece significativamente en carrera respecto a los entrenamientos y siempre está ahí, al quite de cuanto ocurra en la vanguardia del pelotón. Su estrategia parece bien definida: lanza su ataque al triunfo, valora sus posibilidades, si lo ve claro lo busca y en caso contrario, opta por contemporizar y sumar esos puntos que le ayuden a mantenerse como líder del Mundial. Así que si Lorenzo y Márquez comenten más errores de los imprescindibles es muy posible que se encuentren en una situación comprometida a final de año. Queda mucho por delante, cierto, pero comienza a ser el momento de fijar objetivos, evitar complicaciones innecesarias y limitar esos fiascos a los estrictamente imprescindibles. Si así ocurre, honestamente pienso que El Doctor tendrá difícil contener a sus dos rivales españoles; en otro caso, estará más cerca que nunca de su décima corona.