El mayor éxito de Bartomeu el domingo no fue el título de Liga conquistado en el Calderón, fue que los jugadores corearan durante el vuelo que les llevó a El Prat ‘Ese Nobita oé, ese Nobita oé’, tratándole, tras cinco meses en el cargo, finalmente, como a uno de los suyos. Le humanizaron y, por primera vez, le hicieron saber que formaba parte del grupo y que le tenían en cuenta. Algo que jamás pasó con Sandro Rosell, por ejemplo. Desde hace mucho tiempo, antes de que fuera presidente, a Bartomeu le llaman ‘Nobita’ los periodistas, jugadores, técnicos y entorno en general debido a su semejanza con el personaje de la serie de dibujos animados Doraemon. En la serie, Doraemon es un robot -gato del espacio con poderes y Nobita su amo preadolescente torpe hasta decir basta. Pero simpático. Mejor ser Nobita que Mortadelo, que es como llaman los jugadores a otro directivo.