Doncic sale, y es ignorado

El campeón de Europa volvió a la Liga, y perdió. Era un partido de trámite para él, mas importantísimo para el Baskonia, pues aún tenía pendiente su clasificación para los playoff por el título. Ya la tiene, y vaya usted a saber si el Madrid se arrepiente de no haberle hecho frente con mayor oposición. El Madrid perdió, y perdió bien. Eso sí, sin Llull, Reyes y Ayón, que se quedaron en Madrid descansando. Ante sus ausencias, Slaughter, Bourousis y Mejri se repartieron la posición de pívot con un resultado previsible: poca intensidad defensiva y escasa aportación ofensiva. Así las cosas, el Madrid se la jugó a triples. Hasta 36 lanzó. Como San Emeterio estaba fino, el Baskonia aceptó el desafío. Lanzó menos, 26, pero metió casi tantos como el Madrid: 15.

San Emeterio y Rudy fueron los protagonistas en el festival de triples, y bien pudo haber un tercero, el joven Doncic (16 años), toda una descomunal figura en ciernes, pero no le dejaron. Debutó ante el Unicaja, y le bastó un minuto para anotar un triple. Laso le ofreció esta vez una oportunidad mayor, y le sacó cinco minutos. Sergio, primero, y Campazzo, después, no le pasaron el balón. Sólo le dio uno Rivers para que retardara el juego ante un contragolpe fallido. Él, obediente, se lo cedió de inmediato a Campazzo. Ante esta situación, se tuvo que buscar la vida en los rebotes. Cogió uno bajo su canasta, y otro, muy poderoso, en la contraria. Provocó la falta, metió sus dos tiros libres, y se acabó. Sus compañeros le ignoraron, y hay que decirlo.