Por ir contra Cardenal no vale todo

La Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP) muestra su disconformidad contra la resolución dictada por Miguel Cardenal para acabar con el escándalo de los pasaportes exprés. La última moda es conseguir uno de los países firmantes del acuerdo Cotonou —principalmente africanos y del Caribe—, por el cual su poseedor juega como comunitario, sin ocupar plaza de extranjero. El abuso —Rivers y Slaughter, en el Madrid; Iverson y James en el Baskonia, además de otros siete casos en distintos equipos— y la sospecha de que estos pasaportes se compran —el que le daban a Panko tenía el mismo número que el de Slaughter— ha llevado al Consejo Superior de Deportes a poner unas condiciones muy básicas.

El jugador ha de tener vinculaciones personales (nacido o vivido), familiares (ascendientes o matrimonio) o deportivas (jugado allí) con su nuevo país. Son de sentido común. Pero la ABP ¡no está de acuerdo! Dice que llega tarde (será mejor que nunca) y lo califica de irregular (?). Que los jugadores hagan suya la oposición de García Plata a esta norma es sorprendente. García es el nuevo presidente de la Asociación de Deportistas, que engloba a la ABP, alineado en el bando de Villar y Blanco contra Cardenal y Tebas a consecuencia del Real Decreto. Los jugadores han tomado partido por su bando, y esto les lleva a condenar una norma dictada a su favor y para combatir el fraude de ley. Se equivocan. Estas rencillas no van a traer nada bueno.