La fe de un grande

No fue la Liga y no fue el Centenariazo, pero lo que hizo ayer el Deportivo merece inscribirse como una de las grandes gestas en la historia del club. Jugarse la permanencia en el Camp Nou era casi una sentencia de muerte. Verse 2-0 en el minuto 59, la letra esculpida de la lápida. Pero ahí apareció la fe de este equipo, la fe de un grande que está sufriendo lo indecible en los últimos años, pero que volverá. Lucas Pérez se merece una estatua por su golazo. Salomão, lesionado todo el año, rentabilizó su cesión y dejó A Coruña donde siempre debe estar, en Primera.

Víctor implantó su gen ganador. La cara de Tino resume la angustia de una afición a la que el fútbol le debía una. En 2011 el Depor bajó con la mayor puntuación de siempre (43), una crueldad que ya está compensada. Fue un 2-2 en la despedida de Xavi. El mismo marcador que hace años en un Depor-Barça para decir adiós a Bebeto. Sin duda, es el marcador de los grandes.