Alonso no debería renunciar ya a esta temporada

Nueva decepción de McLaren Honda en una carrera en la que parecía podían llegar los primeros puntos para Fernando Alonso (como ocurrió con su compañero Jenson Button). El monoplaza de Woking no corre en los circuitos rápidos ni tampoco en los lentos y, además, es poco fiable. Lo tiene todo, vamos... El asturiano nada puede hacer si el coche se para, desde luego, pero lo que no me ha convencido es el mensaje que transmitió poco después de que el cambio de marchas le dejara tirado en Montecarlo. Quizá en la urgencia del momento no se explicó con la precisión adecuada, quiero apostar por esa posibilidad porque me disgustaría que fuera cierto que esta temporada ya le importa poco y sólo espera ser competitivo el año que viene. Renunciar tan pronto a lo que de bueno pueda traer lo que queda lo encuentro demasiado conformista para un piloto como él en una escudería como la suya.

Empezar a pensar en 2016 después de la sexta carrera de 2015 se me antoja terrible, un fracaso clamoroso para este proyecto que nació con vocación de ganador. Desde luego que sabemos ya que no será este año, lo que no significa que McLaren, Honda y sus pilotos dejen de tener la obligación de intentar minimizar el desastre en la medida de lo posible con mejores resultados en la segunda mitad del Mundial. Si acaban la campaña con un rendimiento tan paupérrimo como el actual, a mí al menos me costará confiar en que para la siguiente sean capaces de enmendar la plana. No digo que no puedan hacerlo, sólo que tendrán que demostrarlo porque su crédito se verá diezmado. Y en cuanto a Alonso, tampoco debería consolarse pensando que ya vendrán tiempos mejores, que la próxima temporada será diferente. Hay que luchar por salvar el año, será la inercia más eficaz para que realmente la recuperación sea factible.