Ignacio de la Varga

El empate da confianza al Cádiz

El Cádiz se comportó ayer como un equipo solvente. Ratificó que tiene nivel suficiente para no temer a nadie respondiendo con suficiencia en un escenario de superior categoría como el Carlos Tartiere. Sin amilanarse y con descaro, los de Claudio ya saben cuál es el camino que deben seguir en Carranza para lograr volver a la Liga de Fútbol Profesional. El resultado no es malo para los amarillos, ya que un empate a cero devuelve al Cádiz a Segunda. La baja del expulsado Garrido es, sin duda, el lunar del partido. El centrocampista no tiene recambio natural en el equipo, pero si por algo se ha caracterizado el conjunto de Claudio es por no resentirse con las ausencias. Este es el momento del prometedor Navarrete.

Cádiz comenzará a vivir hoy su semana grande. Carranza presentará un lleno absoluto con 25.000 gargantas empujando y un equipo que debe haber ganado en confianza y eliminado cualquier duda, si es que la había, de su capacidad para doblegar a un Oviedo que también merece dar el salto de categoría, aunque sea en la segunda oportunidad. Ninguno de los dos merece seguir en Segunda B. Lo que es seguro es que el domingo se vivirá otro encuentro pleno de tensión y el equipo que mejor maneje esos pequeños detalles será el que logre su objetivo a la primera oportunidad. El espectáculo estará en la grada y los nervios en el césped. Hagan juego.